Diana Calvo Vinssac – Psicoterapia transpersonal – UCDM – Hipnoterapia – Coaching

Reflexión para singles: Miedo al amor

Hoy andaba reflexionando sobre cuestiones amorosas y me preguntaba si la opción de estar en situación “single” es natural como opción propiamente dicha. Creo que, dejando a un lado la cuestión procreadora, el ser humano es social y amoroso por naturaleza. Necesitamos sentirnos amados y valorados, necesitamos amar y compartir lo que somos.

Cierto es que podemos volcar ese amor y compartirlo con familiares y amigos, podemos sentirnos “llenos” a ese respecto, pero la profundidad emocional que ofrece la experiencia de la pareja quizás no sea comparable con el resto de las relaciones.

Pienso en las causas que pueden esconderse tras este miedo o resistencia, y estas pueden ser algunas:

MIEDO A SUFRIR. Enamorarse y profundizar en una relación implica abrir el corazón y mostrarnos. En definitiva, es un riesgo al que no todo el mundo está dispuesto ni tiene el coraje de enfrentar. Y esto ocurre sobre todo a partir de cierta edad y cuando hemos experimentado varios desencuentros amorosos no resueltos que llevamos en nuestro “mochilote sentimental”. Quizás vale la pena hacer un repaso a todo nuestro bagaje amoroso, cerrar capítulos y recoger la enseñanza o regalo que esas experiencias han traído a nuestras vidas. De esta forma estaremos listos para abrirnos de nuevo al amor y así no dejar escapar oportunidades que podrían ser las que en el fondo deseamos.

Perder la INDEPENDENCIA y la LIBERTAD. Desde el miedo a “perderse en el otro” hasta el hecho de pensar que tendremos que renunciar a muchas cosas si tenemos pareja: amigos, hobbies, espacio, etc. La pareja es un elemento más en la vida que ha de llegar para sumar, y no al contrario. Si existe la creencia de que una pareja es algo que «ata» o limita, probablemente sea porque nos ha ocurrido en el pasado, o quizás por la observación de parejas cercanas con frustraciones en ese sentido. Esto no tiene por qué ser así. La vida cambia cuando llega un amor, pero puede ser para MEJOR. Piensa que si además de tener tus espacios, tus hobbies, amigos, etc., tienes a tu lado alguien que te ama, te apoya, te eleva y te ayuda a crecer… tu vida puede ser infinitamente más rica e interesante.

MOSTRARSE. Si estamos acostumbrados a relaciones superficiales, quizás podamos temer que nos conozcan verdaderamente. Es cierto que al principio mostramos nuestro cielo y dejamos el infierno en casa, sabiendo que allí está y que seguirá estando cuando lleguemos. Es una idea infantil pensar que existe la perfección. Igual que no la podemos ver en los demás y aun así les amamos, lo mismo ocurrirá al contrario. Es más, una pareja puede ayudarte mucho más fácilmente a descubrir esas sombras y así colaborar con tu proceso de autoconocimiento y crecimiento personal.

Podemos encontrarnos con muchas resistencias a este respecto, todo dependerá de la persona en concreto, de su personalidad, su experiencia, etc. Miedos que se disfrazan de excusas como “no es el momento”, “quiero centrarme en mi trabajo”, “no tengo tiempo”, etc. Seamos honestos y pensemos qué es lo que verdaderamente queremos para nuestra vida. Si a 10 o 20 años vista verdaderamente nos visualizamos en soledad, seamos coherentes con nuestra decisión y busquemos de forma sincera romances sin mayores implicaciones y, sobre todo, sin engañar a nadie y dejando siempre las cosas claras. Si por el contrario, ves tu futuro en compañia de una pareja, pero no consigues encontrarla… mira dentro de ti y revisa tus creencias al respecto. Toma conciencia de cuáles son los miedos que te impiden dejar entrar al amor en tu vida.

En definitiva, creo necesario un cambio de paradigma con respecto a las relaciones de pareja. Obviamente, lo que nos han “vendido” no funciona en la mayoría de los casos, ya no queremos eso, no nos satisface ni nos llena. Queremos alejarnos de lo que para muchos de nuestros congéneres ha supuesto y supone una fuente de desdicha, frustración, sacrificios, rutinas, obligaciones, responsabilidades…  Cambiemos el enfoque y veamos en la pareja una gran herramienta de aprendizaje, un modo de crecer y mejorar cada día, algo divertido y estimulante, fuente de disfrute, autoestima, satisfacción, libertad, independencia y por supuesto… AMOR. Yo ante esto último solo puedo decir… ¡SÍ QUIERO!

Mi abrazo infinito,

2 comentarios en «Reflexión para singles: Miedo al amor»

  1. Olé, olé y olé. Grandes verdades.
    El amor más fuerte y más puro no es el que sube desde la impresión, sino el que desciende desde la admiración.
    Me encanta esta mujer.

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