Diana Calvo Vinssac – Psicoterapia transpersonal – UCDM – Hipnoterapia – Coaching

Recupera tu poder personal

Cuando estamos en nuestro centro nos sentimos tranquilos, seguros y en plena confianza, tanto hacia nosotros mismos como hacia los acontecimientos supuestamente amenazantes del entorno.

 ¿Te sientes así? ¿De qué forma puedes recuperar tu poder?. Aquí te dejo algunas pautas que puedes poner en práctica:

Marca tus límites.

Aprender a decir “no” supone reconocer tus propias necesidades. Si eres honesto contigo mismo, los que están a tu alrededor comienzan a valorarte mucho más que cuando estabas plenamente disponible. Cuando haces algo arrastrado por la corriente, por miedo a defraudar, etc., te alejas de tu centro y dejas de valorarte y reconocerte, con lo cual tampoco consigues que los demás lo hagan.

Toma tus propias decisiones.

Quizás en alguna ocasión te sientas paralizado por las dudas sobre la decisión a tomar en cualquier asunto de tu vida. Es sano abrir el abanico de opiniones y preguntar a tus allegados, pero lo idóneo es que permanezcas en silencio y evalúes las opciones eligiendo aquella que mejor te haga sentir. Deja la mente quieta, evalúa las alternativas y siente las respuestas que provienen de tu cuerpo. Confía en tu intuición!! Esto te hará sentir cada vez más seguro.

Personas tóxicas.

Comienza por hacer un listado de todas las personas que hay en tu vida y con las que sientes que no te apetece estar. Quizás no te hayas parado a pensarlo, pero últimamente cada vez que quedas con “fulanito/a” llegas a casa enfadado, deprimido, con pensamientos negativos… Ve dejando atrás aquellas personas que te generan algún tipo de malestar. Rodéate sólo de las que te hagan llegar a casa con más energía, esperanza, pasión, entusiasmo, júbilo, aquellas con las que puedes compartir, crecer, aprender… No importa que sean amigos “de toda la vida”, deja las lealtades absurdas de lado. La lealtad más importante es hacia ti mismo.

Aquí y ahora.

Busca momentos a lo largo del día en los que puedas conectar con el momento presente. Hagas lo que hagas hazlo plenamente. Aunque sólo estés fregando un vaso… siente el agua en tus manos, el tacto del cristal, la temperatura, el jabón escurriéndose, siente cómo está tu cuello, tu espalda, cómo están apoyados tus pies… Cuando ponemos toda nuestra atención en el momento presente nos damos cuenta de que tenemos todo lo que necesitamos. No existen dudas, ni desvelos, ni miedos…

Mi abrazo infinito,

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