Diana Calvo Vinssac – Psicoterapia transpersonal – UCDM – Hipnoterapia – Coaching

7 claves para ayudar a un ser querido «en apuros»

Empatía.
Todos en algún momento nos hemos visto desposeídos de algo que teníamos… un ser querido, un amor, salud, dinero… bienestar en cualquiera de sus aspectos. Aunque no hayamos experimentado con exactitud lo que el otro está viviendo, seguramente podemos conectar con su dolor. Palabras como: “sé por lo que estás pasando”, “te comprendo”…, acompañan y alivian.

El regalo de la escucha activa.
Escuchar al otro plenamente supone ofrecerle un espacio para que exprese lo que siente, permitir que ponga en palabras sus pensamientos y pueda escucharse a sí mismo. La escucha activa suponer permanecer presentes y prestar toda nuestra atención al otro, sin que tengamos en mente lo que vamos a responderle. No pienses, no juzgues… sólo escucha.

No aconsejar gratuitamente.
Tendemos al consejo “fácil” que, en muchas ocasiones, molesta más que ayuda. Huye de frases hechas. Si no sabes qué decir… mejor no digas nada y simplemente acompaña.

Contacto físico.
Toca, acaricia, abraza… el contacto físico nos hace sentir queridos y acompañados. Un buen abrazo puede ser más sanador que todas las palabras del mundo.

Pregunta.
Es más fácil preguntar ¿cómo puedo ayudarte?, ¿qué necesitas?, ¿qué puedo hacer por ti?, de esta forma ofrecemos al otro la libertad y la oportunidad de pedirnos lo que realmente necesita.

Espejo saludable.
Recuerda que no puedes ayudar a nadie si tú no te sientes bien, por tanto, no olvides colocar en primer lugar tu bienestar. No lleves la empatía al punto de sentirte tan mal como la persona a quien pretendes aliviar, ni olvidarte de ti en beneficio del otro. Si quieres ayudar de verdad no podrás hacerlo desde el fondo del pozo donde el otro se encuentra, sino desde arriba. Únicamente desde este lugar podrás ofrecerle una cuerda…

Por otro lado, si sabes lo que necesita la otra persona comienza desde YA a contemplarla en posesión de aquello que desea. Si está enferma visualízala de forma saludable, si tiene un mal momento económico visualiza su abundancia y prosperidad… siente que ya es así. No hace falta que digas nada, recuerda que tus pensamientos y emociones son energía, por tanto, transmitirás al otro inconscientemente lo que estás pensando y sintiendo. Contemplar a tu ser querido en posesión de todo su poder hará más por él que todas las palabras del mundo.

Todo tiene un “para qué”.
Por último recuerda PERMITIR al otro ser quien es y que viva lo que tiene que vivir. Empeñarte excesivamente en solucionar los problemas ajenos puede implicar que el problema ya no es suyo, sino tuyo. Respeta el plan de Vida que esa persona ha venido a experimentar y recuerda que el dolor nunca es estéril, ya que supone la apertura de caminos que antes permanecían en la sombra. Toda pérdida supone una renovación y puede ser movilizadora de grandes cambios y nuevas oportunidades.
En cualquier caso… deja que ocurra lo que tenga que ocurrir y permite que la persona elija con libertad su camino, igual que tú eliges el tuyo…

Mi abrazo infinito,

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